06 enero, 2013

Lo que todos debiéramos entender en economía – por Sergio Horacio Feler

Aumentar los impuestos es siempre y sin excepción reducir la producción y el empleo en general.
Explicación: Al aumentar los impuestos los empresarios o bien pueden subir los precios o pueden bajar sus márgenes, y sea cual fuere su política deberán producir y vender menos.
Menos producción significa menos “Cosas”. Cuando hay menos “Cosas”, las “Cosas” son más caras. Cuando usted compra menos “Cosas”, los que producen las “Cosas” que usted dejó de comprar despiden a sus empleados. Los empleados sin salario ya no pueden comprar las “Cosas” que compraban antes porque ya no cuentan con un ingreso… y así comenzamos de nuevo…


Si al leer esto se le ocurrió, que si el gobierno le da dinero a la gente para comprar “Cosas”, la gente no dejará de comprar y se evitará el desempleo, siga con el artículo:
El gobierno no puede evitar el desempleo entregando dinero a la gente para que gaste en el mercado. (A la memoria de John Maynard Keynes)
Imagen: Usted se encuentra en el medio del desierto africano en una tribu semi desnuda, y al jefe de la tribu (El Presidente) intenta recaudar impuestos para crear empleo al producir un Aeropuerto Internacional…
Este ejemplo “para tontos”, revela que simplemente no se puede recaudar impuestos, si antes no hubo producción.
Explicación: El problema del dinero que el gobierno entrega a la gente como subsidios o planes sociales, es que para conseguirlo, previamente se lo debe haber sacado a esta misma gente.
El orden lógico es el siguiente, la gente primero ahorra y luego produce “cosas”, y una parte de esas “cosas” se las entrega al gobierno en forma de dinero de impuestos.
Recuerde que el gobierno no produce ningún bien, su dinero solo tiene sustento en la producción, si no hay producción, no hay dinero ni recaudación de impuestos.
Si el gobierno intenta “crear” dinero, es decir imprimirlo y entregarlo a la población para “estimular” la economía, es decir obtener dinero sin respaldo en producción previo, ocurre lo siguiente y es exactamente el mismo efecto que una expansión artificial del crédito: La gente que recibe el dinero del gobierno, lo utilizará para comprar “cosas” y para invertir en nuevos proyectos.
El problema es el siguiente, preste atención: Si de repente aparece más dinero en el mercado, que no fue fruto de la producción (devenido de ahorro previo), se altera la capacidad productiva de la economía en una estructura tóxica, puesto que los nuevos recursos no fueron fruto del ahorro genuino, sino de una emisión de dinero sin sustento por parte del banco central.
Es decir, los que producen “cosas”, siguen produciendo la misma cantidad de “cosas”. Al haber más dinero para comprar la misma cantidad de “cosas”, estas “cosas” naturalmente aumentarán de precio.
Los que reciben el nuevo dinero creado virtualmente, que no proviene del ahorro genuino, inician nuevos proyectos que demandan recursos que estaban siendo utilizados previamente por la estructura productiva de la economía, con lo cual el capital y el trabajo tienden a aumentar de precio.
Como los productores ven que sus costos aumentan, no están incentivados a reinvertir su capital para producir más “cosas”, de manera que seguirán produciendo lo mismo, pero para gente que tiene más billetes en su bolsillo. Estos observan un fenómeno interesante: sus costos aumentan, pero hay mucha gente con billetes en sus bolsillos para comprar productos, de manera que la solución es SUBIR LOS PRECIOS.
Y así lo hacen todos, lo harán los que producen los bienes que usted va a consumir, sus proveedores, y si usted es un revendedor lo haría también.
Toda esta dinámica genera un efecto trágico: los precios de los bienes y servicios crecen a una tasa mayor que los salarios, derivando en una calidad de vida menor para toda la población.
La razón es la siguiente y es clave que se entienda que: Los proyectos que se iniciaron con la expansión artificial de dinero, no fueron fruto del ahorro genuino. Es decir, ese ahorro hubiera implicado el desplazamiento de factores de producción (empleo y capital), de unas áreas de la economía a otras, por lo cual no se hubieran generado tensiones para aumentar los salarios y las rentas del capital, simplemente los factores de producción hubieran pasado de unas industrias, a otras.
Pero no fue así, la expansión artificial del dinero (o crédito) generó nuevos emprendimientos que demandaron factores de producción, sin ser desempleados de otras áreas de la economía. Con lo cual, se generaron fuerzas que aumentaron los precios de los factores de producción, es decir, los salarios y la renta del capital.
Pero, usted dirá, ¿y qué mejor que aumenten los salarios, las rentas y por ende la recaudación de impuestos?
En un corto plazo, usted tendría razón, al parecer hemos encontrado la piedra filosofal, parece que aprendimos a crear dinero de la nada. Pero nada más lejos de la realidad, como usted intuirá, no se puede crear dinero de la nada…
El problema es el siguiente, las nuevas empresas creadas por la expansión artificial del dinero (o el crédito), al realizar su evaluación de proyectos han descontado sus futuros flujos de fondos a una tasa de interés que no refleja el verdadero equilibrio entre la oferta y demanda de créditos, debido a la manipulación de la oferta monetaria creada por el gobierno.
Es decir, en la práctica, estas empresas fracasarán y quebrarán, sin poder cancelar sus deudas con el sistema bancario. De la noche a la mañana, el mismo se vuelve insolvente, generando primero una crisis financiera y luego una recesión económica que deja todo el panorama peor que antes, cuando se comenzó con la expansión artificial del dinero (o el crédito).
Los recursos que estas empresas han consumido, quedaron totalmente esterilizados en proyectos fracasados, dejando la economía más pobre que al principio. Es decir, el hierro y los equipos de capital utilizados para hacer esos hermosos edificios, ya no se pueden recuperar…
Las nuevas empresas han quebrado, su personal ya no puede comprar cosas y las viejas empresas encontrarán grandes dificultades para mantenerse en pie, con muchas que desaparecerán en el proceso, liberando más personal que a la vez al consumir menos, reforzará el circulo vicioso con las que quedaron en pie…
*Sergio Horacio Feler es Vicepresidente de Federalismo y Libertad. Licenciado en economia (UNT), MBA (ESEADE).

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